Existen días grises en los que no sabemos qué camino coger. Días oscuros en los que no entra ni un rayo de luz por nuestra ventana. Incluso algunos en los que nos caemos y no tenemos fuerza ni para levantarnos.
¿Has sufrido una pérdida que no consigues superar? ¿Te estás enfrentando a un gran cambio en tu vida? ¿Te sientes en soledad? ¿Tienes pensamientos negativos? ¿Necesitas superar un temor que te permita llevar a cabo lo que deseas? ¿Quieres recuperar la motivación y retomar aquello que te hace sentir bien? ¿Hay algún trauma del que nunca has hablado? ¿Te apetece explorar en tu interior para aprender a manejar tus emociones? Cualquier razón es buena para acudir a terapia. Buscar acompañamiento terapéutico es un acto de valentía.
La terapia te proporciona un espacio seguro de apoyo y comprensión. Un lugar donde ser acompañada/o y escuchada/o, sin ser juzgada/o. Es una herramienta estupenda para permitirnos vivir mejor y desarrollarnos plenamente; una manera de cuidarse, mejorando las relaciones contigo y con los demás, alcanzando un equilibrio y encontrando sentido a tus vivencias. En terapia trabajaremos tu autoconocimiento y tu autoestima, detectando tus fortalezas y sanando tus heridas o asuntos sin resolver.